En este tipo de instrumentos la vibración se produce como efecto de
frotar la cuerda, para lo cual se suele utilizar un arco o una rueda.
Pocos ejemplos de cordófonos de este tipo encontramos. Quizás los más
significativos sean el monocordio o una variación de éste denominada
trompa marina. Sin embargo sí podemos hablar de cordófonos frotados
mixtos, como la zanfona, en el que junto a las cuerdas cantoras, que
actúan como en un cordófono compuesto, están los bordones, que se
comportan como si de un cordófono simple se tratara, produciendo una
sola nota. Al construir un cordófono frotado hemos de tener muy en
cuenta las cuerdas que debemos utilizar, ya que no todas son adecuadas
para este tipo de instrumentos. Las cuerdas metálicas o de entorchado
metálico dan buen resultado, así como las formadas por haces de hilo de
nylon fino (imitando, por así decirlo, las de crines de caballo de
algunos instrumentos populares). En el apartado cordófonos compuestos
frotados hablaremos del arco, pero aquí diremos que las cerdas de éste
pueden ser de hilo de nylon fino, o bien de un solo hilo grueso de este
mismo material. Cualquiera de las dos posibilidades nos dará buenos
resultados, siempre y cuando no olvidemos aplicar resina en la cuerda
del arco, una vez terminado éste. Podemos utilizar resinas sintéticas
(de venta en droguerías) o bien naturales, que encontraremos en cortes y
muñones de pinos y otras coníferas.
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