

Aquí no hay que mover la mitad exacta del idiófono o una baqueta; hay
que poner en movimiento todo el instrumento. Maracas, panderetas,
cascabeles o palos de lluvia son algunos ejemplos. Las maracas,
recipientes cerrados llenos de cosas, son instrumento iniciático en esto
de construir artilugios sonoros a partir de la basura. Quien más quien
menos ha llenado de piedrecillas, de legumbres, de arroz o de perdigones
una botella, un bote, una caja o un jarrón, y se ha pensado que estaba
inventando algo. No hay más secreto que experimentar hasta dar con los
materiales que produzcan el sonido deseado; aunque sin olvidar que la
cantidad, en el contenido, es también importante. Podemos construir
sonajas utilizando chapas de botellines. Las machacaremos hasta dejarlas
planas y haremos un agujero en el medio del círculo resultante. Podemos
después clavarlas, por parejas, en diferentes soportes. Hemos de tener
en cuenta que el clavo que las sujete ha de permitir su movimiento, pero
evitando que se desprendan. Otro posible instrumento resultaría de unir
varias cuerdas finas (20-30 cm.),en cada uno de los cuales habremos
fijado previamente varias conchas de almeja.
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